Preguntas frecuentes sobre nuestras sandalias de cuña
Las sandalias de cuña son ese punto intermedio entre elegancia y comodidad. Funcionan genial con vestidos de lino, faldas vaporosas o pantalones fluidos para un look veraniego sin esfuerzo. Si prefieres algo más urbano, prueba con vaqueros rectos, una camisa blanca y accesorios dorados. El truco está en dejar que la cuña hable: estiliza, eleva, pero sin robar protagonismo al conjunto. Ideal para el día a día, una cena o incluso una escapada de fin de semana.
Las cuñas ofrecen altura sin renunciar a la estabilidad. A diferencia del tacón fino, la base ancha distribuye mejor el peso y da más seguridad al caminar. Y si además están hechas en piel flexible y con plantilla acolchada, como las de Cuchy, el resultado es un calzado cómodo y estilizado a partes iguales. Son perfectas para quienes quieren un poco de altura, pero sin sacrificar libertad de movimiento.
Si tu día incluye muchas horas de pie o largos paseos, te recomendamos una cuña media, 4 cm es una altura ideal. Dan ese plus de estilo sin agotar el pie. Para ocasiones especiales o looks más sofisticados, puedes optar por una cuña alta (hasta 7 cm), siempre que la horma esté bien equilibrada. En cualquier caso, prioriza la forma del empeine y el ajuste al tobillo. Una cuña cómoda debe sujetar bien y adaptarse a tu pisada desde el primer uso.
Cuida tus cuñas igual que cuidarías una buena prenda de piel. Después de cada uso, pasa un paño suave para retirar polvo o restos de calle. Guárdalas en su bolsa de tela, alejadas del sol directo o la humedad. Si la piel se ve reseca, puedes aplicar una crema neutra. La base, que suele ser de materiales naturales o combinados, se mantiene perfecta si evitas superficies abrasivas y no las mojas. Con estos gestos sencillos, tus cuñas seguirán impecables verano tras verano.