Sí, son un accesorio versátil que se adapta a diferentes ocasiones. Durante el día, combinan muy bien con looks sencillos en tonos neutros, dando un toque de luz sin resultar excesivo. Por la noche, se convierten en protagonistas, especialmente al llevarlas con vestidos de fiesta o conjuntos monocromáticos. Este doble uso hace que sean una inversión práctica y elegante en cualquier armario.